Día Mundial de la Tuberculosis

El 24 de marzo es el Día Mundial de la Tuberculosis (TB) debido a que en esa fecha en 1882, el Dr. Robert Koch anunció que había descubierto la bacteria responsable de causar la enfermedad. El objetivo de este día es sensibilizar sobre este grave problema de salud pública, informar sobre la enfermedad y movilizar el apoyo necesario para poner fin a la TB.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) pública anualmente los datos sobre la situación mundial y regional en TB. El último informe revela que en 2023 aproximadamente 8,2 millones de personas fueron diagnosticadas de TB, la cifra más alta registrada desde que la OMS iniciara el seguimiento mundial de la tuberculosis en 1995, lo que sitúa a la tuberculosis nuevamente como la principal causa de muerte por enfermedad infecciosa en 2023, por encima de la COVID-19.

En Argentina a partir de 2020 los casos notificados de TB retomaron su tendencia ascendente, pero con una velocidad mayor, de 11,3% anual.

Para 2024 se están superando los 15000 casos anuales, esta cifra es superior a toda la serie de los últimos 15 años. El 7.9% de los casos corresponde a la población menor de 15 años y también muestra una tendencia al aumento. Comparado con el año anterior en 2024 el aumento es de alrededor 12% pero en los menores de 15 años asciende entre 13% y 26% dependiendo del grupo de edad.

Esto es inaceptable para una enfermedad que tiene diagnóstico, tratamiento y posibilidad de prevención.

La TB en los niños y niñas más pequeños suele manifestarse con tos persistente, pérdida o aumento insuficiente de peso, fiebre prolongada con o sin sudoración nocturna, inapetencia y decaimiento. Los más grandes pueden presentar además dolor en el pecho, expectoración con sangre y cansancio inusual. En todas las edades una neumonía que no mejora con antibióticos también nos debe hacer pensar en TB. Si bien las formas pulmonares son las más frecuentes, la TB puede afectar cualquier órgano provocando formas muy graves como la meningitis cuyo aumento en los menores de 5 años es alarmante. Cabe destacar que la vacuna BCG protege muy bien contra la meningitis y las formas diseminadas y aunque en menor medida también protege contra la forma pulmonar. Para mejorar su rendimiento ésta debe colocarse en el recién nacido, en lo posible, antes del egreso de la maternidad y se debe verificar la cobertura de esta vacuna al igual que el resto del esquema de vacunación.

Las medidas de prevención son de suma importancia, dentro de estas, además de la vacunación, se encuentran el control exhaustivo de los contactos de pacientes con TB y el tratamiento de la infección (o infección latente) que constituye un reservorio de posibles TB activas. Sin prevención no se puede pensar en eliminar la TB.

Para mejorar la situación de la TB, en los últimos años hay mayor acceso a métodos diagnósticos con pruebas moleculares rápidas, como sustitutos de la microscopía y el cultivo, que permiten en unas horas tener información sobre la presencia de tuberculosis y sobre la resistencia a los principales fármacos utilizados. La TB multirresistente es un grave problema de salud pública. También contamos con esquemas de tratamiento más cortos para la infección (latente), para ciertas formas de TB sensible en menores de 15 años e incluso para TB resistente a fármacos.

La difícil situación que enfrenta la Argentina, dónde la población infantil está particularmente afectada requiere de un manejo coordinado entre las provincias, un enfoque global que focalice los esfuerzos en las poblaciones vulnerables, en asegurar la provisión sin interrupciones de la medicación, en evitar la propagación de cepas resistentes que representan un riesgo para toda la población. También se requiere la colaboración con países de la región y del mundo, más actores involucrados, personal de salud desde el primer nivel al especialista, la comunidad científica y las sociedades civiles. Y es imprescindible que haya más inversión en recursos e investigación y no menos.

Comité Neumonología SAP